viernes, marzo 06, 2009

y Chau!

Buenos Aires es una de esas ciudades que te cambian la vida apenas llegas...

Embruja, conmueve... Ahora que el tiempo ha pasado, luego de dos años y cuando estoy a punto de partir, siento que se me ha metido muy adentro en el corazón, y que va a doler dejarla, pero, como los buenos amigos, aunque estén lejos y no hablemos, sabemos que están ahí, y que podés ver las fotos, mirar los videos, y recordar buenos tiempos.

Estos dos años marcaron mi vida, me mudé de país, viví como profesional, conseguí nuevos amigos en una cultura diferente, en una ciudad a veces gris, a veces soleada, con extremo calor, o extremo frío, que huele a humedad, pero también a flores, donde ves turistas y todo tipo de razas y colores, mezclas exóticas, indígenas, blancos, morochos, rubios, una diversidad enorme, un crisol de razas en una calle…

La Calle Florida… todos los días la caminaba luego de salir de mi trabajo… Florida y Corrientes, Florida y Lavalle, mi recorrido me llevaba al subterráneo, e iba observando, tanto las emociones, las caras, la gente, el amor, las parejas, los besos, los abrazos, las peleas, los reproches, los regaños, los abrazos de cariño y los buenos momentos, pero también los edificios antiguos mezclados con los modernos… esto me llevó a hacer una colección tanto de fotos de edificios como de sonidos… con cámara en mano (que buen regalo!) me he recorrido las calles del microcentro porteño, mirando todo lo que nadie mira, lo que pasa desapercibido… ahora me llevo un buen recuerdo, de mi buena amiga Buenos Aires…

Disfrutar las estaciones fue otra experiencia maravillosa, o graciosamente a veces no tanto, sobre todo hacia el final, cuando ya no te quedaban fuerzas para palear más calor extremo o frío extremo… el invierno, primavera, verano y otoño se diferencian claramente en la ciudad, que, aunque no cae nieve, sentís un frio que te hiela hasta los huesos, entre un cielo totalmente despejado… o un verano agobiante, donde ni la más fría cerveza alcanza a saciarte…como las más buenas amigas, a veces se vuelven intensas… sin embargo las seguimos queriendo.

Ahora, voy a la motivación de este post… los argentinos que me rodearon en este tiempo… no había conocido gente más parecida a los buenos colombianos. Gente cálida, que te hace sentir bienvenido, que te hace sentir un rato muy agradable, conversadora, abierta, siempre tienen tema… intelectuales, buenos lectores, buenos críticos, muy buenos anfitriones, siempre había alguien que quería acompañarme a los lugares a los que quería ir, y hacían su mejor esfuerzo por mostrarme y contarme lo que sabían. Ahora que inicio un nuevo camino, siempre recordaré que me trataron muy bien en este país… cordobeses, rosarinos, correntinos, marplatenses, sanjuaninos y porteños, Buenos Aires huele a pizza, huele a asado, huele a flores, suena a tanto, suena a milongas, suena a una chacarera, suena a una tonada italiana y española, la gran mezcla de culturas, todas en una oración eterna…

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