domingo, marzo 15, 2009

Los últimos días...


Ya se va acercando el dia para abandonar la hermosa ciudad de Buenos Aires...

Van pasando los dias, horas y minutos, y tengo un sentimiento ambiguo... Contenta porque me voy, triste porque me voy... Este fin de semana no hice nada, más que pensar y pensar. Hablé con mi abuelito, quizás el hombre más sabio y al que más admiro, su hermana murió el domingo pasado y está muy triste... siento que tengo que estar a su lado, acompañarlo, ahora que él siente que la muerte está tan cerca. JAmás me perdonaría que él muriera y yo no estar a su lado... Tiene más de 90 años, y sigue tan lúcido como cuando lo conocí, pero su cuerpo poco a poco se va deteriorando, así que quiero estar junto a él, recordando aquel compromiso que tuve con mi madre, antes de que muriera, de acompañarlos, tanto a él como a mi abuela, sus padres...

Mi vida entera se ha movido tanto, que a veces pienso que he vivido demasiado para mi edad... vivir en una isla tropical, moverme a una ciudad grande, estudiar y fracasar, trabajar, volver a estudiar, acompañar a mi madre en el proceso de cáncer, presenciar su muerte, ser testigo de la destrucción de mi familia primaria, vagar desorientada, sin rumbo y volver a encontrarlo, casarme añorando compañía, graduarme de psicóloga, mudarme a Buenos Aires, realizarme como profesional, divorciarme, y ahora, a pocos dias de volver a Medellín, reviso todo esto y me pregunto si a todo el mundo se le mueve la vida de esta manera...

Quizás no estoy hecha para quedarme quieta y algún dia termine en Camberra o Katmandú, en mi proceso creativo que es mi propia vida... con amigos por todas partes, coleccionar amigos es toda una aventura, y pensar que podés pasar ratos muy agradables charlando cualquier cosa con ellos, hace de todo esto algo fascinante...

La vuelta al hogar me llena de emoción, volver a ver a mis amigos de adolescencia y familia, hace que me reencuentre conmigo misma, con mi esencia y recordar de donde vengo... algo que muchas veces quise olvidar y dejar atrás, pero estos dos años me enseñaron eso... vos sos vos, y siendo vos, vas a salir adelante, auténtica, alegre, me sorprende ver en lo que me estaba convirtiendo, una mujer sin vida, entregada a la nada, que se le pasaban las horas sin gracia, varios meses estuve así, hasta que llegó el gran cisma... mi cumpleaños número 30. Crisis mundial y crisis "aural"... todo se movió por dentro, como un volcán haciendo erupción, mi cabeza a punto de estallar y mi propia personalidad ejerciendo su derecho a estar en este cuerpo... me di cuenta de tantas cosas...

Amigos, gracias... mujeres, hombres, viejos, jóvenes, consanguíneos y no, sus consejos me sirvieron.. escucharlos me sirvió para volver a ver quien soy... Una mujer hecha y derecha que todavia no ha perdido su capacidad de asombro y aún se maravilla del mundo cuando sale todas las mañanas a trabajar..

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