viernes, febrero 13, 2009

La vuelta al hogar...

Hace algunos dias he vuelto a tomar una de esas decisiones que te van cambiando la vida... Luego de varios meses de pensar, de evaluar todas las condiciones, de ver ventajas y desventajas, he decidido volver a mi país, con la pena de dejar mi trabajo actual, pero con toda la energía para seguir adelante.

Ya me había ocurrido antes, cuando había decidido dejar mi casa e iniciar la vida sola e independiente, luego, cuando monté mi propio local, luego cuando decidi firmemente terminar mi facultad, luego, cuando decidí venir a la Argentina y dejarlo todo, mi familia, mi trabajo, mi ciudad, mis afectos. Hoy, vuelvo a mover el barco de mi vida, y como capitana de este, decido volver a mi Medellín, luego de un tranquilo proceso de divorcio.

La Argentina es un país del que me voy enamorada, sobre todo por la gente, por los paisajes, por la buena comida, por su cultura. Me duele dejar mi trabajo porque he conseguido muy buenos amigos, que me acompañaron en esta etapa de mi vida, mi jefe Eduardo, mi vecino de box Diego, y las nenas María y Melina que me divertían con sus "peleas" cariñosas. El equipo de trabajo que teniamos es de un valor enorme, por la cohesión de grupo y la armonía de trabajo. En esta empresa aprendí a relajarme, a seguir haciendo las cosas bien, de corazón, con amor, pero con menos ansiedad y sin tanta preocupación, porque todos los problemas tienen alguna solución.

Gracias a todas las personas que entrevisté, al dia de hoy, van 440, extranjeros y Argentinos, que a su manera, también me hicieron sentir bienvenida. A todas las personas que me preguntaron: "De donde sos?" y que me dijeron "Quedateee, no te vayas" cuando les conté sobre mi decisión. Sólo cariño y dulzura he recibido por parte de todos, es por eso que les doy las gracias!...

Hoy, con la frente alta, con el equipaje casi listo, y a un mes y medio de partir, hago un recuento de estos dos años aqui, de lugares como Rosario, Entrerríos y Córdoba, ciudades hermosas, cuentos profundos, planicie infinita... la embrujada ciudad de Buenos Aires, que se te mete en el alma, que te recuerda un tango, que sabe a fútbol y a buena carne... a empanadas, a vino, a chocolate exquisito, a dulce de leche y lemon pie...

Medellín, mi ciudad de montañas, mi ciudad verde, con olor a campo, moderna, pujante, feliz a pesar de las adversidades, donde está mi familia y mi hogar... mi hogar... todas mis nuevas esperanzas, la ciudad que me vio nacer...

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